viernes, 25 de diciembre de 2009

Bajo la lluvia - Quique González


No me lo podía creer, una de las grandes canciones culpables de que este blog siga su actividad no tenía una entrada dedicada. En esta mañana de Navidad, tras una semana lloviendo sin parar, era el mejor momento para poner este tema del Señor Quique González. Así estoy hoy, mirando la lluvia caer, caer y no parar. Esperando la luna llena.

...te vi llorar bajo la lluvia, quién te hubiera quitao la pena. Volverás a reírte de veras...


Anécdota: esta es la última canción que escuchamos antes de ir a jugar al baloncesto, es la que se queda en la cabeza mientras jugamos, nos da algo de espíritu (nos hace falta, eh), y eso que la considero de las canciones más tristes de mi mundillo musical...

miércoles, 23 de diciembre de 2009

Simplemente, no quiero que te marches

...tengo miedo de ti, tengo miedo de mí, todo me da miedo...

El miedo puede llevarnos hacia cualquier extremo. Todos lo sentimos en algún momento de nuestras "cobardes" vidas. Sólo el deseo puede vencerlo.

domingo, 20 de diciembre de 2009

Basura de recuerdo

"El cielo nos lo ha enviado". Oí esta frase hará unas tres horas y pico, y me quedé pensando en su significado. Quizá no tenga ninguno (por sí sola), pero me hizo pensar al fin y al cabo. Hará dos años y medio o así, esa frase aún nadie la conocía, no se había oído nunca. Yo, nunca me decidí a escucharla, así que hoy sin querer lo he tenido que hacer y he recordado.
Recuerdo aquella noche, hacía calor y acababa de empezar el verano. Yo, para no variar, andaba entre el 2 y el 8. Es decir, un día un 2 y otro un 8, nada de términos intermedios. Pasé unas horas sentado aquí delante, hablando por internet y haciendo algunas cosas que no recuerdo (supongo que no solo de conversaciones viviría). Pues aquel día no debí estar aquí, no. Este día del que hablo tenía una cosa mejor que hacer y, sin embargo, no pude. Hoy empecé a preguntarme qué sería de mi vida estando en otro sitio en aquel momento. Me pongo en la piel de aquel que ocupó mi lugar y me parece que todo sería muy diferente.
Es curioso que con tres minutos de película que vi le diera tantas vueltas a la cabeza, pero es que hoy, como la mayoría de los domingos (me niego a recordar ahora mismo un domingo "legendario"), no fue un gran día.

sábado, 28 de noviembre de 2009

Venga, pasa

- Oye, ¿te puedes echar a un lado y dejar pasar?

- Sí, sí puedo, no me molesta, ya me di cuenta antes.

domingo, 22 de noviembre de 2009

Restos de Stock - Quique González

Tengo que luchar con la cabeza
y pensarlo con el corazón.
Yo, que removí toda la tierra
para besarte en la boca...

Puto Quique. Puto genio.

Corre

Joder, ¿qué haces ahí sentada? Parece mentira que no te hayas enterado todavía. Tienes 43 minutos para vestirte (o no) y venir. Te estoy esperando. No lo dudes más. Seguro que no tienes problemas. Yo no contaré nada si no quieres, solo ven y riete conmigo. No pido más. Venga, corre. Te espero, para no variar nada. Pensemos en nosotros, deja el tú para otro día. Hoy es un día diferente, será algo distinto. Olvídate del mañana, descansa del ayer. Alguna locura habrá que cometer, mejor que sea ahora. Déjate llevar, hoy controlo yo. Dame el mando y empecemos el juego, te demostraré lo bueno que soy. Ya sabes, no soy tan malo como parezco a veces. Venga, vámonos, corre.

Una buena respuesta en un buen momento

Hay veces que no te puedes resistir, que miras y te miran. No puedes evitar dejar pasar lo inevitable. Llega un momento en el que estás listo, estás preparado para terminar con todo lo anterior. Hay un instante, un preciso instante, en el que estás preparado para dar el paso hacia delante que tanto tiempo llevabas esperando. Sin embargo, otro día más que no has tenido suerte de estar en el lugar adecuado, a la hora perfecta, y con la gente que deberías estar. Un día es un día, pero vaya día. Te quedas pensando, con cara de tonto, viendo cómo pasan los minutos en la esquina de la pantalla del ordenador. Ya toca. Hoy me pongo guapo, hoy toca estrenar. Sé que no es el mejor momento, pero hay que contestar. Yo solo pregunto cosas que no sé, tú puedes ayudarme, responde.
Todo es tan raro. Pero, a la vez, todo esto me resulta tan normal.

domingo, 11 de octubre de 2009

Caballero por un día

Qué extraño es levantarse pensando en otra época. Hoy me creí siglos atrás, allá por la época feudal. En cierto modo me tocó un rango con suerte, es cierto que no pude ser Rey, pero tampoco Siervo. Podemos decir que no llegaba al nivel de los Clérigos ni de la Nobleza adinerada, pero tenía suficientes recursos para mantener mi propia casa y mi caballeriza. Participaba en guerras pero siempre estaba escoltado de algunos Soldados que daban la vida por mí sin dudarlo por un instante. Nací siendo (como ya se puede deducir) un Caballero. No soy noble, pero lucho por serlo. Al principio no me conocían. Ahora con el paso de los años me he ido haciendo famoso, no tanto como Ricardo I "Corazón de León", pero ya me conocen. He ido creciendo, en altura y fortaleza. Me he hecho grande, no necesito de la protección de mis padres, que tanto me educaron de pequeño para saber andar y comer correctamente y poder llegar a obtener títulos algún día. Pronto tendré lo que tanto deseo, pero no tengo prisa. Ya tengo tierras, suficientes para vivir en paz, pero eso me aburre, como la mayoría de las cosas de la gente como yo. Por eso sigo evolucionando, no quiero pertenecer a un escalón de la sociedad y no poder moverme. Sé que dentro de poco subiré y todos los de mi escalón me mirarán con envidia (no es mi intención, pero lo harán). Desde los 20 años me puedo considerar caballero, ya tengo 21, pero sé que mi importancia se verá reducida si me duermo.


Mi último progreso ha sido la adquisión de una armadura de acero. Esta es mi compañera de batalla. Con ella sufro menos los golpes que me dan, ocasionándome el menor daño posible. Siempre se ha dicho que un caballero con armadura medieval en un caballo es invencible, pero si este se cae al suelo, sería un contrincante fácil de abatir debido a los 30 ó 40 kg que pesa la armadura y la imposibilidad de moverse con facilidad.

Aquí dejo una foto de la nueva armadura que tengo, intentaré no caerme al suelo, así nadie podrá hacerme daño por mucho que intenten herirme una y otra vez.
Por cierto, gracias a la Cimera, el Espaldar y el Peto aún puedo contaros esto, ahí es donde recibo los peores golpes. Los que duran más tiempo. A veces, incluso años.

domingo, 13 de septiembre de 2009

El mundo gira en un sentido absurdo mientras yo...

Lluvia fina, lluvia intermitente. El cielo está gris, y parece que lloverá en poco tiempo. Estoy muy contento de que por fin llueva. Estaba deseando salir a la calle con unas zapatillas de deporte en vez de con chanclas (por obligación), de echar mano al paraguas de 3 € del chino de ahí al lado (no está mal, es negro y muy manejable), de asomar la cabeza por la ventana y que salpicaran miles de gotitas de agua en mi cara (y que esta vez sea agua y no tejas). ¿A nadie le atrae tanto la lluvia? No me creo que sea el único que pone buena cara cuando llueve. Los días soleados me ponen de "mala leche", mientras que los días grises y fríos me ponen de buen humor. Es así, a la inversa que las personas "comunes", o sea, al contrario. Empecé escribiendo en 13 (que dicen que da mala suerte, a mí me da exactamente igual) y en domingo (que siempre pensé que no es buen día, los domingos se hacen raro la mayoría). Hablando de domingos, solo hay que leerse algunas entradas de este blog para ver que no es de mis días favoritos, demasiados domingos raros, y hoy es uno de ellos, es decir, domingo y raro, ambos. Pero, y retomo el tema, ya estoy entrando en el 14. Los días van pasando y hoy tiene un olor raro (me refiero a los 5 ó 6 minutos que llevamos de día). Ya estamos casi en el ecuador mensual, septiembre se marcha a buen ritmo. Mañana hará dos semanas que vine para Málaga después de mi verano (prefiero llamarle así) y es curioso pero apenas me he dado cuenta de nada de lo que está pasando. Podría asegurar que no me estoy dando cuenta ahora mismo, y es lo que más me preocupa (sobre preocupaciones, más adelante, en otra historia).

Lo dicho, hoy es 14, mis exámenes se terminan. La lluvia aparece dándome buenas noticias, el verano se acaba y no dejó grandes secuelas en mí. Sigo siendo el mismo chico que hace unos meses, con más o menos los mismos sueños (poquitos, pero algo es algo) y con más o menos las mismas inquietudes (poquitas, más poquitas de las que me gustarían). Con algunas personas nuevas en mi vida, con las personas de siempre ahí. Sigo siendo yo, sigo pensando lo mismo. Y, ¿sabes?, sigo teniéndolo claro, por mucha lluvia que caiga.


martes, 8 de septiembre de 2009

Sonreí una vez más.

- Estaba oscuro cuando salí de la caverna, y no logré encontrarte. Entonces fui hasta Zaragoza -dijo-. Y fui hasta Soria. Y recorrería el mundo entero siguiéndote. Decidí volver al monasterio de Piedra para ver si encontraba alguna pista, y encontré a una mujer.
>> Ella me indicó dónde estabas. Y me dijo que me habías esperado todos estos días.
Los ojos se me llenaron de lágrimas.
- Me quedaré sentado a tu lado mientras estés aquí junto al río. Y si te vas a dormir, dormiré delante de tu casa. Y si viajas lejos, te seguiré los pasos.
>> Hasta que me digas: vete. Entonces me iré. Pero te amaré por el resto de mi vida.
Yo ya no podía ocultar el llanto. Vi que él también lloraba.
- Quiero que sepas una cosa... -dijo.
- No digas nada. Lee -respondí, dándole los papeles que tenía en el regazo.


...

Sonreí una vez más.
- Me estaba olvidando. Y tú me haces recordar.
- ¿Crees que recuperarás tu don? -pregunté.
- No lo sé. Pero Dios siempre me dio una segunda oportunidad en la vida. Me la está dando contigo. Y me ayudará a encontrar mi camino.
- El nuestro -lo interrumpí de nuevo.
- Sí, el nuestro.
Me cogió de las manos y me levantó.
- Vete a buscar tus cosas -dijo-. Los sueños dan trabajo.



Fragmento de "A orillas del río Piedra me senté y lloré". Paulo Coelho. 

domingo, 30 de agosto de 2009

Que no se entere nadie

Estoy subido en el coche, acabo de parar o eso creo. No recuerdo cómo llegué, ni a qué hora salí. Tengo claro que he hecho algunos quilómetros por estar un rato aquí sentado, he aparcado el coche y ahora estoy intentando recordar por qué hice todo esto. Hay una canción que me recuerda que abril nunca es un mes bueno, hoy es agosto (así que no tiene nada que ver), pero es el final de este mes y se nota en el número de personas. Así mejor, menos personas. Estoy delante del mar, está bastante agitado, las olas se mueven con extremada violencia. Mucho viento de levante pero yo estoy encerrado entre las carrocería y las ventanas del coche, aun así también se mueve demasiado. Estoy escribiendo esto en un pequeño bloc que cogí de mi casa, por una vez cambié el bloc de nota de Windows por uno de papel y lápiz. Creo que vine a buscar a alguien pero no hay nadie a mi lado. Recuerdo que antes de salir alguien me dijo "ya me cansé de todo... ¡ven por mí!". Creo que por esa razón salí, quizá por esa o por miedo a estar metido entre las cuatro paredes de mi casa. También creo recordar por qué llegué a dejar el coche aquí, necesitaba ver la proximidad del mar abierto. Tener la sensación de que no hay límites, ni fronteras y que podía ir al lugar que quisiera, incluso a esos lugares que siempre soñé ir. Porque sí, porque hay veces que sueño, incluso cuando me pierdo y me quedo sentado solo en un coche sin recordar casi nada.

Bueno, ya que no tengo claro por qué llegué, voy a irme. Esta vez sabré por qué me voy, aún no lo tengo claro, aún lo estoy pensando. Pero mientras me voy, intentaré averiguarlo. Intentaré también volver, por varios motivos. Por encontrar el mar y sentir libertad, por recordar qué me pasó en ese momento para llegar hasta aquí y, sobre todo, para poder vivir con la tranquilidad de saber qué coño (con perdón) hizo que viniera hasta aquí para nada, qué es eso que me mueve sin quererlo.

Ruego, si alguien me vio en aquel momento sentado frente al mar en mi coche, no diga nada a nadie. Tan solo, si alguien sabe por qué motivo me vine y sabe algo más de por qué me voy, que me lo diga, con discreción. Lo agradeceré, como suelo hacer con todo.


Notas aclaratorias: 1. canción "Abril - La Fuga", 2. ni ir es ir, ni venir es venir, 3. volver, es volver, 4. coche "Wolkswagen Polo" y 5. quilómetros = kilómetros y sigo con el lío del "aún/aun", por andar jugando con la RAE.

martes, 18 de agosto de 2009

Pájaros mojados - Quique González

No está entre mis 10 ó 15 mejores canciones de Quique Gonzáles pero esta fue la primera canción que oí de él, allá por la primavera de 2003. Aun recuerdo que me llamó mucho la atención la voz de este señor, ¡quién me iba a decir que años más tarde sería habitual en mi lista de reproducción musical diaria!

Esta mañana de verano atormentado me he levantado sin pegar un trago. Todos los pájaros estábamos mojados, enfilados en la cuerda de tender. Algunos pájaros sin nada que comer, cuando recién levantado yo lo que quería era seguir soñando y es que temo que esta tormenta de verano sea un segundo de un invierno entero.
Ahora lo que pasa es que el mundo gira en un sentido absurdo mientras yo te espero. ¿Y sabes? no me importa, pero no creo que pueda soportar otro chaparrón, así que busco un lugar seguro y miro hacia otro lado si se pone feo.

Te pones a pensar en muchas cosas sobre ti, tu vida y los que te rodean, y miras para otro lado si no te gusta lo que hay revoloteando allí, como pájaros en tu cabeza.
Es ya 18 de Agosto, y salgo de la cama, enciendo un petardo, se escapa otro verano en un furgón blindado. Y aprovecho esto para felicitar al "puto Gumer" de parte de unos pájaros, mojados o no, pero putos pájaros.



...todo huele bien...

jueves, 13 de agosto de 2009

Malditas tildes diacríticas

Antes de explicar esto hay que decir el por qué de esta entrada. Esto va a dejar claro muchas dudas que surgieron entre los raros que nos interesamos por las tildes y no soportamos las faltas de ortografía, con los cambios que se produjeron hace poco y modificaron nuestros hábitos.

"Los pronombres demostrativos ESTE, ESE y AQUEL ahora solo se acentúan en casos de ambigüedad, es decir, cuando en un mismo enunciado puedan cumplir la función de adjetivo o pronombre. Estos casos son realmente muy infrecuentes, normalmente una buena redacción no dará lugar a dudas, por lo que la regla general es NO ACENTUARLOS. En caso de verdadera necesidad (normalmente cuando se usa redacción poética), se acentuará ortográficamente en la función de pronombre.

La palabra SOLO puede ser adjetivo o adverbio. Únicamente en casos en que haya de resolverse una interpretación manfiestamente ambigua, se acentúa el adverbio, lo que no es realmente muy excepcional, particularmente cuando hay un contexto. Por ejemplo, «él estará solo un mes» (estará sin compañía), mientras que «él estará sólo un mes» (no se quedará más tiempo). Luego la regla general es no acentuar la palabra en ninguna de sus funciones gramaticales (adverbio o adjetivo)."

Por fin me quedo tranquilo tras buscar información (un rato liado con la nueva normativa ortográfica). Así que por mucho empeño en no hacerlo, en llevar la contraria a la Real Academia Española (RAE), tengo que concienciarme de que tengo que prescindir del acento ortográfico del adverbio solo y de los pronombres demostrativos este, ese y aquel (y sus femeninos y plurales).

PD: estas dos palabras me rayan, sí, pero todavía queda el famoso AÚN/AUN. La RAE dice que aún (con tilde) no existe pero...¿por la cara tanto cambio?

viernes, 31 de julio de 2009

Vuole ballare, signorina?

Una vez vista la película EX, sin ningún lugar a dudas me quedo con este fragmento. Pongo en situación: ellos viven en París, son una pareja joven pero segura, sin embargo a ella le ascienden y se tiene que marchar a Nueva Zelanda (con sus 24 horas de vuelo entre ciudad y ciudad, aproximadamente). Ellos deciden seguir con la relación pese a que algún amigo insinúa que puede aparecer una tercera persona que lo rompa todo. El final de la historia no os lo quiero joder, aquí os dejo lo que dicen por si no se oye bien.

- ¿Por qué es todo tan complicado?
- Ya, ya, la próxima vez compraremos uno de 100 piezas, uno fácil, fácil.
- Vamos a dormir, mi avión sale muy temprano.
- No espera, tengo que aprovechar. ¿Cuándo volveré a verte?
- Todas las veces que quieras. Oye, que han inventado las webcams, los chats... Ya te imagino diciéndole a tus colegas: "Qué pesada es Giulia".
- No todo se puede hacer por internet. ¿Quiere bailar, señorita?
- Será un placer.

Me llama la atención el optimismo de ella y las dudas que le surgen a él. De igual modo todo comienza con una temerosa pregunta de ella, y él intenta poner sentido del humor. A mí me suenan muchas cosas de este fragmento: la cara de él tumbado en la cama con la cabeza perdida, fuera de ese lugar, o simplemente la sonrisa que tiene cuando le pide bailar. Esto hace ver que hay algo diferente entre ellos en comparación a otras parejas. Ya sé que es una película, pero más de un miembro de la pareja ahora mismo está lejos de la otra persona, y conozco a más de una. Aun así, sin importar lo que pueda suceder, se ponen una venda en los ojos y deciden continuar adelante, ellos pueden. Luego, la realidad es diferente, puede que sí o puede que no. De hecho, lo más probable es que no, pero siempre queda "eso" dentro que te deja claro que tú (al menos) lo intentaste.

Sólo quería que vierais esto, que penséis si en vuestras vidas ocurriera lo mismo merecería la pena continuar o no. Si habéis querido a otra persona tanto como para que no importe no verla durante uno o dos meses. Para pensar qué aporta esa persona que consideráis diferente, qué pensaríais si de un momento a otro desapareciera de vuestra vida. Son muchas cosas, sí, pero tenéis tiempo de pensar.


PD: sí, yo ya pensé en todo esto, ya vi la película entera y sé cómo acaba. Es una película, no la realidad. Y sí, también os digo que hablo con vistas de un 1 de agosto de 2009, y el verano desvirtúa la realidad. De todas formas siempre puede quedar el último baile... Vuole ballare, signorina?

lunes, 27 de julio de 2009

Odiar es feo

Estoy pensando qué feo es odiar, el odio es algo tan antirracional que me extraña que aparezca en alguien como yo. Pero sí, ha nacido en mí un nuevo sentimiento: ODIO.

PD: Odio, o como tú quieras llamarle. Hay quien le llama amor.

viernes, 24 de julio de 2009

¡de nada!

Acabo de llegar a mi casa, son las 4:08 de la noche de un jueves a un viernes cualquiera.

Sólo quería decir que hoy no ha sido una noche cualquiera. No, hoy no lo fue.

sábado, 18 de julio de 2009

Duerme conmigo - Jarabe de Palo



No sé, últimamente hay algo raro en la música, escucho pocos grupos (cada vez menos) y me están pareciendo ya monótono. Estoy buscando nuevas "cosas" por ahí, pero no hay nivel. Sin embargo, el señor Pau Donés le ha dado por reinventar canciones, es decir, falta imaginación para escribir más y hace cambios raros con las que tenía en los cd's anteriores. Ésa es la idea. La mayoría de las canciones se las "cargan". Grandes canciones como "Agua" o "Grita" las estropea cambiándole el ritmo e introduciendo nuevas y diferentes voces (hay canciones que no se pueden mejorar), otras apenas se nota el cambio, como en "Depende" y "De vuelta y vuelta". Pues de igual manera que estropea, hay una que la ha mejorado considerablemente, todo esto desde mi punto de vista claro. Estoy hablando de la que da título a esta entrada, de la canción que se puede escuchar un poquito más arriba: Duerme conmigo.

Pues sí, lo reconozco, me tiene enganchado esta nueva versión "más tranquila" de la canción. Creo que el cambio hace que te des cuenta más de la letra que de la música. Y claro, hay frases que llaman más la atención que otras: "Busco un lugar en esta ciudad donde esconderme de la corriente que me lleva", "floto en el tedio", "querría perderme, huir para siempre, echar a volar" y (para mí la mejor) "entra en mis sueños porque hace tiempo que me he perdido".

Esto no es más que un comentario de alguien que no tiene mucha idea de música pero que a veces se siente identificado con algunas canciones. Así que...duerme conmigo.

jueves, 25 de junio de 2009

lo que tenga que pasar, pasará...

La verdad, nunca me ha entusiasmado la idea de que exista “El destino”. Es una cosa que no me planteo, que no pienso en ello, y que realmente me da igual. Pero últimamente me ha venido a la cabeza con frecuencia esa maravillosa frase que hace mención indirecta hacia ese futuro escrito: Lo que tenga que pasar, pasará. ¿Tiene que pasar algo obligatoriamente? ¿Controlo yo lo que pasa, o pasará sin preguntarme antes qué es lo que quiero? Son preguntas que hoy me planteo. No tengo ni idea por qué, quizá sea por la velocidad a la que mi vida está cambiando últimamente (aunque los que me rodean no se den cuenta de ello), o bien es por el hecho de que en tan sólo unos minutos paso de estar sumergido en el más oscuro y profundo pozo sin fin (sí, sé que es matemáticamente incorrecta mi frase, pero por suerte escribiendo puedo hacer alusión a metáforas a las que no podría en las ciencias exactas) a estar en algún lugar por encima de nuestras cabeza, a lo que otros llaman nubes.
Todo esto es curioso, claro, como la mayoría de la cosas que me acabo planteando, siempre hay un por qué, aunque a veces no sepa verlo. Siempre hay que estar atento a esas tres palabras: querer, poder y deber, es decir, lo que QUIERO, lo que PUEDO y lo que DEBO. Ahora estoy con una pequeña sonrisa en la cara, a saber lo que me espera dentro de un rato. No lo sé, el tiempo lo dirá. Lo que tenga que pasar, pasará…

sábado, 20 de junio de 2009

Durmiendo en el césped

Estoy tumbado en el césped que hay justo delante de mi casa, la noche está muy calurosa, la tierra desprende un calor poco habitual de este tiempo. Está un poco largo y hay un par de bichitos merodeándome la oreja, a saber qué tipo de insecto son. Se oye la música que puse hace un rato, Iván Ferreiro se alterna con Vetusta Morla y Jarabe de palo. Éstos son los grupos que elegí para este momento de tranquilidad. Uno más. Es raro, de repente estaba en la playa con el viento haciendo que me picara la espalda. Subí hasta la duna más alta. Estaba allí, había subido solo, como estaba desde que llegué a la playa, como estaba desde hacía unos días. Estaba arriba del todo con un aire de superioridad que me inquietaba. No había hecho ninguna proeza, simplemente subir allí, y quedarme de pie mirando todo la playa (solitaria también). A los pocos segundos me di cuenta que no podía quedarme allí mucho tiempo, no me quedaba fuerza y bajé arrastrando los pies por la arena. Tardé más bajando que subiendo, pero al final llegué abajo. Era lo más bajo que podía llegar, estaba cansado y casi no tenía fuerzas para caminar, no tenía fuerzas para hacer aquello que tenía pensado hacer a continuación. Así que me dejé caer sobre la arena, bocarriba con las gafas de sol puestas y con la camiseta arrugada para reposar la cabeza. Así me quedé dormido.
Es raro, pero me he despertado en el césped, quemado por el sol y con la camiseta en la cabeza. Noto que la hierba está mojada, ¿por qué? Me levanto mareado por la brusquedad del movimiento y recuerdo lo que me pasaba. Había llorado, tumbado allí, delante de mi vida. Había pasado por un mal momento dentro de mi propio sueño. Qué raro soy…

viernes, 19 de junio de 2009

Fragmentos de canciones

Ya van 5 días los que intento escribir aquí algo y siempre cierro la ventana tras unos largos minutos. Así que como no tenía nada que decir (tengo mucho y no sé cómo ponerlo), mientras que va saliendo, dejo dos párrafos de dos canciones del mismo autor:

Por si a alguien le interesa, las canciones son de Mikel Izal, podéis conocer más de él aquí: http://mikelizal.es/ y por aquí (ilegalmente, oírlo): http://www.tripilandia.es/foro/cantautores/24577-mikel-izal-audio-01-video-00-a.html


domingo, 31 de mayo de 2009

Tirando la moneda (de más de 2 céntimos)

Al despertar estaba confundido, no sabía si debía estar feliz o triste, no sabía si tenía que ser simpático y abierto o, por el contrario, apático e introvertido. No recuerdo lo que pasó anoche, no sé si me acosté sonriendo o con una lágrima por la almohada. Estoy bastante confuso con mi propio estado anímico. No he hablado con nadie en estos minutos de “adaptación al medio” (así es como yo llamo a los minutos recién levantado), así que no sé si me saldrá una frase borde o contaré mi vida durante horas de conversación. 

Así que, por todo lo anterior, tiraré una moneda. Voy a tirarla, si sale “cara” me tocará ser simpático, extrovertido, charlatán y payaso, en cambio si sale “cruz” tendré que conformarme con no perder amigos, con responder brevemente, con no interrumpir cuando los demás hablen e intenten ser simpáticos. Si la moneda se pierde, ¡ay, qué alegría! Si la moneda se perdiera podría elegir yo el estado en el que encontrarme. Yo me conformaría con ser YO, y no que una moneda diga si estar o no feliz pero para eso aun queda mucho, la puta moneda no se perderá. Lo tengo asumido. No hay más.

"Viajando" (con la imaginación)

Esta noche os contaré algo que me sucedió hace unos días, era poco más de media noche y el sueño llamaba a la puerta. Destapé mi cama, ya tenía puesto el pijama y recogía un poco la ropa del día para poder dormir. Me vi en una cuesta abajo y lo mejor era pasar. Cuando me eché encima de la cama me di cuenta que aun no podía dormir. No era el momento de cerrar los ojos y decir adiós al día de hoy. Así que me levanté, y me senté delante de esta pantalla que a veces hace que me abstraiga con facilidad. Casualmente llegué a un sitio. Viajé en el tiempo y en la distancia sin moverme del sillón. Cerré los ojos y me imaginé cogiendo el tren y el avión. Me imaginé en otro sitio, delante de un pc junto a una ventana a cualquier sitio. Es increíble el olor que viene de fuera, es totalmente diferente al de ahora mismo. Todo es perfecto, me encuentro solo, mirando a gente desconocida pasar. Veo a gente hablando y no sé qué dicen, no les entiendo.

Es curioso ver como cada vez que tengo la oportunidad huyo de lo que tengo, y persigo lo que no. Es curioso mirarme y no ver eso de aquel momento. Es jodido, que no curioso, ver cómo tan sólo me imaginaba cosas, que al abrir los ojos me veía aquí, con la persiana bajada y la cama esperándome.

lunes, 25 de mayo de 2009

y ahora no sé lo que tengo que hacer

  Hoy me desperté y estaba todo en silencio, era tarde para que no hubiera ruido de mis vecinos ni de la gente y los coches de la calle. Puse música asustado para oír algo. Levanté la persiana de mi cuarto y bajé y subí mi cabeza buscando alguien tendiendo o haciendo la comida. Nadie. Corrí a la ventana del salón, abierta de par en par, un día soleado y luminoso. Me asomé y no había nadie. En pijama y descalzo corrí escaleras abajo y estaba solo. ¿Dónde estaba todo el mundo? ¿estaría muerto? (no era así como me lo había imaginado). Así que sin pensarlo, subí por mi cacharro de oír música y me senté en la esquina de la puerta de mi bloque a esperar algo. 

“…pinto en los espejos, personajes de ciencia ficción…”

   Bueno, por suerte todo era un sueño, sigo vivo y rodeado de gente que hace suficiente ruido para darme cuenta. Aún así, cada mañana, al despertar, levanto la persiana de mi cuarto para buscar a algún vecino, o sino corro hacia la otra ventana para ver esas personas caminar. 

   No quiero que nada me pille de sorpresa. No quiero ser sorprendido por la muerte/soledad o cualquier cosa extraña. Así que ahora grito, grito para que todos me oigan, grito para oír.

sábado, 16 de mayo de 2009

Composición Férrea II (Las siete y media)

Hoy no será un buen día para ti. No habrá más lunas, no habrá más sol. Escribo sobre ti desde hace mucho, en mi búsqueda de la felicidad me vi interrumpido por la metafísica que indica el lugar donde pierdes el sueño. Tengo mi tristeza siempre ahí, escondida poniéndose guapa.
Acaricias con los dedos la esperanza muerta, la torpeza y la vergüenza de este año, que no fue ese año que esperábamos tener. No me pidas que te espere, soñando, flotando sobre el mar en mi cabeza, cantando, bailando y gritando que jamás me dejarás. Repetimos los errores que si antes eran grandes ahora son enormes y aquella herida no la supe curar. Quise llegar a ti, quise volver y me quedé esperándote. Me pasaba las horas acariciando mi herida, se me iban los días, las noches son muy largas, y me encontré rodeado de gente que no conocía.
Este amor se apaga, no es por ti. Un corazón no es para siempre, a veces tienes que devolverlo. Piensa en frío, yo tengo miedo y tal vez, ya no volvamos… nos va a matar. Y si no te veo aquí, te veré en mis sueños. A veces creo ver, ver cómo vendrás chocando contra mí. Dime que no, que no es verdad y lamentas con miradas lo que no se puede ni explicar. Y es que tú y yo ya no somos como el resto del mundo.
Latidos que se escapan de mi corazón, de este amor impuro y agotado, enfermo y delicado, pequeño y despistado. La distorsión es tan real, como mi amor por ti.

Composición Férrea I (Canciones para el tiempo y la distancia)

Perdí cientos de horas en buscar un lugar, y vi toda mi vida alrededor. ¿Por qué han de ser escondidos los secretos y los sueños? Yo convencido de que tengo razón, pensé que no me equivocaba, es complicado mantener el tipo en cualquier situación, si deprimente significa normal. Últimamente me siento inteligente, últimamente no tengo corazón, ya ves, yo sobrevivo a base de basura y desencuentro.
Sabiendo que mañana solamente querremos distanciarnos de la gente, si tú te vas ya nada será nuestro, tú te llevarás en un sólo momento una eternidad. Tú lo dijiste un día: “te quiero, pero no sé bien por qué”, y a mí me da que todo es de mentira. Es imposible contenerse ahora.
Desde aquí, desde mi casa, veo la playa vacía como una tarde de julio pero con frío y tronando. Dormiré en cualquier lugar, con quien me deje hacerlo, y besaré todas las bocas intentando demostrar que sólo existe una.
Te inventaré en cualquier mirada, cualquier gesto, cualquier cama. Te inventaré cada mañana, para que siempre podamos conocidos encontrarnos alargarnos la sonrisa y poder burlar al tiempo.
Quién prefiere quedarse y aguantar, todo lo que nunca tendré. Mátame, mátame mucho.

lunes, 20 de abril de 2009

Zapatos fuera

Lo reconozco, no puedo más. Llevo tantos días vestido que ya no aguanto. Estoy harto de no poder quitarme la ropa que siempre llevo puesta. Muchos días seguidos cambiando de ropa sin desvestirme por completo.

Por favor, ¿me dejan desnudarme? Me da igual, no tengo vergüenza, no tengo nada que no tengan otros. Pero, lo pido. Necesito quitarme algo de peso, necesito quitarme alguna prenda.
Tengo la necesidad de andar y correr, tengo la necesidad de estirarme y relajarme. Tengo la necesidad de liberarme de eso que me impide darlo todo.

Por todo eso me quitaré la prenda más lejana al coco. Hoy me quitaré los zapatos y correré descalzo.

lunes, 9 de marzo de 2009

¿Preferirías ser ciego?

...Seguro que más de una vez habéis pensado cómo tiene que ser la vida de una persona ciega. Yo, desde que era muy pequeño me lo he preguntado una y otra vez. El hecho de no poder disfrutar de todo por igual. Hoy, unos quince años después me di cuenta que hay muchos tipos de ceguera. Nosotros, las personas, somos ciegas. Todas, sin excepción. Mirar una cosa y no poderla ver...

...Esta ceguera tiene una cualidad, podemos ver los defectos y los problemas de los demás. Es decir, ciego para uno mismo, lo que es aún peor. Pues siendo ciego, llega alguien y te dice lo maravilloso que es ver y cuenta una por una todas las cosas que ha podido conocer. Ahí, en ese momento, el ciego es capaz de ver. El ciego se asfixia, siente claustrofobia, necesita huir, correr. En ese preciso momento, el ciego deja de ser ciego y conoce su historia. A partir de ahí, el ciego ayudará a otros y preguntará a los demás todo lo que sus tristes ojos no le han dejado ver...



Fragmento de algo escrito en una salida nocturna a ninguna parte.

jueves, 15 de enero de 2009

¿te sucedió alguna vez?

Hoy tengo una pregunta que hacerte, ¿te has sentido alguna vez con la necesidad de decirle a alguien qué significa para ti? Es una sensación extraña, te levantas muy temprano y algo tiene un sentido diferente. Caminas por la calle con un paso decidido y una mueca de felicidad en tu cara. Al montarte en el autobús buscas la canción que hace que la tengas en mente. No puedes sacar de tu cabeza a esa persona, y sonríes. Esperas el momento apropiado para decírselo.

Yo sentí eso esta mañana, cuando me levanté. Fue muy raro, dudo que vuelva a ocurrir pero me pasó. Intento describirlo pero no sé, no puedo. Ya sé que no soy normal pero… ¿de verdad no te ha pasado nunca?

martes, 6 de enero de 2009

Forgiven


Cada mañana me levanto con esta canción de Within Temptation. Siempre que le he puesto protagonismo gráfico a la canción he visto un ángel como el de la foto. Hoy, para variar, me acostaré con esta canción. Será la última que escucharé e intentaré cerrar los ojos con fuerza, intentaré meterme en lo más profundo de mis sueños. No es fácil, tengo los ojos tan abiertos que no sé si podré dormir, por ahora, son cerca de las tres de la mañana y no sé qué hacer. Va siendo hora de pensar en un nuevo día. Pero antes... dejadme que disfrute de la soledad de esta canción.


Couldn’t save you from the start
Love you so it hurts my soul
Can you forgive me for trying again?
Your silence makes me hold my breath
All the time has passed you by

Oh, for so long I’ve tried to shield you from the world
Oh, you couldn’t face the freedom on your own
Here I am left in silence

You gave up the fight, you left me behind
All that's done is forgiven
You’ll always be mine, I know deep inside
All that stands forgiven

I watched the clouds drifting away
Still the sun can’t warm my face
I know it was destined to go wrong
You were looking for the greatest escape
To chase your demons away

Oh, for so long I’ve tried to shield you from the world
Oh, you couldn’t face the freedom on your own
Here I am left in silence

You gave up the fight, you left me behind
All that's done is forgiven
You’ll always be mine, I know deep inside
All that stands forgiven

I’ve been so lost since you’ve gone
Why not me before you? Why did fate deceive me?
Everything turned out so wrong
Why did you leave me in silence?

You gave up the fight, you left me behind
All that's done is forgiven
You’ll always be mine, I know deep inside
All that stands is forgiven

lunes, 5 de enero de 2009

Una tarde cubierta

Tengo poco menos de media hora para escribir este texto que dé la bienvenida al año por mi parte. Hoy es día 5 de Enero, víspera de Reyes, y son ya las 6 de la tarde. Hoy el día ha sido un poco raro, muy soleado por la mañana (irrompible) y con, cada vez más, nubes a medida que pasa la tarde. A estas horas el cielo está totalmente cubierto por un espeso manto grisáceo. Yo, como el día, ahora estoy más cubierto, con más nubes, sin luz alguna. Además de eso, hay que sumar que estoy un poco nervioso. Y no, no es por la venida de los Reyes Magos mañana. No tengo claro por qué es pero quizá una historia de hace algún tiempo nos dé alguna respuesta.

Corría el año 1999, un chico de apenas 15 años buscaba sus ropas más nuevas, se peinaba con paciencia, limpió sus zapatos (como bien le había enseñado su madre que había que hacer los días de fiesta). Ese día, era un día muy especial para el resto de personas. Para él, no era muy especial, era el Gran Día. Para entonces, Aitor salía de vez en cuando con una chica del pueblo contiguo. Hoy sería el día en el que por fin lo podrían ver junto a ella. Hasta entonces todo eran mentiras y escondites para poder hacer lo que más le gustaba, besar a Amaia. Ella le había prometido que hoy sería el momento que había estado esperando tanto tiempo, hoy podría cogerla de la mano por mitad de la calle e incluso besarla dos o tres veces en público si no había mucha gente merodeando el sitio. Aitor cogió su chaqueta, metió los chicles para el aliento y salió a paso aligerado hacia el autobús. Un billete sencillo, como siempre. Buscó el primer asiento que estaba libre y se sentó sin dudarlo, allí, en cualquier lugar, quería llegar pronto, cuanto antes mejor. A mitad de camino, un árbol caído hizo que el autobús volcara, destrozando toda la parte superior del autobús. Aitor, así como las 12 personas restantes del autobús murieron. El chico no fue de los afortunados y tardó en morir. En esos instantes de agonía se miró los zapatos llenos de sangre, su pelo parecía el de cada mañana recién levantado y su ropa tenía rajas del accidente. Cuando acudieron al lugar, 5 sms tenía en el buzón de entrada. Todos de Amaia diciendo que si no quería ir que se olvidara, que no lo quería, que había estado esperando y que estaba llorando por culpa de un niñato toda la tarde. Él en su mano, tenía los restos de un periódico en el que había escrito una corta frase: "Me hubiera bastado cualquier rincón escondido para pasar el resto de mis días contigo".

¡Ah, ya me acuerdo! La historia hizo que recordara algunas cosas. A veces no pensamos en la otra persona, a veces nos basta con interpretar cosas que no son. No nos conformamos con vivir la realidad tal y como es, siempre necesitamos más y más. Necesitamos tanto como tenemos pensado y no acabamos disfrutando el momento. A veces, nada nos basta...