sábado, 29 de diciembre de 2007

La Navidad, vacaciones

Fecha señalada para felicitar las fiestas desde el blog. Pues nada, a ello me dedico. Muchos sms, muchos e-mails, llamadas, postales navideñas. El otro día leía un correo (de los típicos, en cadena) que daba razones por las que apoyar a los Reyes Magos y no a Papá Noel. Días antes, en un periódico de tirada nacional pero gratuito (sí, cada vez están más al alza) leía otra vez lo mismo, diferencia entre los dos y comentarios de adultos, lo juro: adultos, opinando cuál les gustaban más. En la tele, contaban la historia de un señor de verde en Australia que traía regalos el día de San Nicolás, y que luego una multinacional o la Multinacional, como queráis llamarle, le puso el rojo y el blanco de su marca y tira pa'lante, a vender y vender. Regalos y regalos en esta Navidad materialista, mientras yo estoy con mi familia y con esas personas que quiero, pasando estos últimos días del año como me gusta, como tiene que ser.

Yo mientras, pienso en estos meses ya pasados del nuevo curso, en mi estancia en casa de Jose, en aquellas noches intentando que subiera el condón (merece entrada aparte) en la maceta. Yo pienso en este mes y pico que me lo he pasado de puta madre, aunque olvidara un poco estudiar, jugando con Fukunishi, Sir Van Chemita y el Emperador Ilde, haciendo experimentos raros, creando flores de papel para regalarle un ramo a la vecina (Mari Paz, un placer tenerte de vecina, de verdad). Aquellas noches distintas al resto. Y sí, tío, buenos momentos que hemos pasado pese a no jugar ni un solo día al baloncesto, ya nos vale. Pero antes de eso hubo un tiempo en la residencia, a comenzar con el gimnasio (prometo volver a ir), gente nueva y un comienzo de curso con mucha marcha (cumple con los de la Residencia, con las señoritas de Medicina -Guada, también me acuerdo de ti-, con algún que otro árbitro, sea con quien sea). Pero claro, siempre hay un pero, siempre faltaba alguien, alguien que hiciera distinto todo aquello, que me permitiera que fuera mi comienzo de curso inolvidable.

Antes de que me pierda del tema, que 2007 se marcha, que no fue malo pero que sin duda 2008 será mucho mejor, que quería felicitaros las fiestas, que lo paséis bastante bien. Recordad que si sois estudiantes como yo, Diciembre también se considera mes de estudio. Y por último, no olvidéis portarse bien para que LOS REYES (y sobretodo, Baltasar, era mi preferido) os traigan todo lo que pidáis.

jueves, 13 de diciembre de 2007

Línea 22, escasos 14 minutos...

Hace ya un año que empecé con esto de hacer un blog y aún no me aburrí, cosa rara. Tengo que reconocer que ha habido meses mejores y meses peores, algo relacionado con el número de entradas. En Agosto o Septiembre, por ejemplo, tengo muchas. Sin embargo, el primer cuatrimestre del año apenas tengo un par de textos añadidos. Y es que esto no lo hago por obligación, ni quiero que tenga millones de visitas, únicamente tengo la oportunidad de tener una esquinita de este mundo en el que desahogarme cuando nadie me oiga, cuando nadie (ni yo) quiera hacerlo. Es jodido ver cómo cuando tienes un buen día la gente te habla, te sonríe e, incluso, te confiesa algunos de sus pensamientos. Hoy no es un día de esos. Algo no debió funcionar en mi realidad (compleja realidad) desde que esta mañana me levanté más de media hora antes de que sonara el despertador y yo negándome a abrir los ojos, ¿acaso no merecía dormir un poco durante la noche? Eso sí, ordené todo, me di una matinal ducha, y tras un rato eligiendo la ropa y el peinado, salí a la calle con las gafas de sol, el mejor de los jersey's y con el libro en mano, iba a ser un día muy largo pero estaba dispuesto a afrontarlo con la mejor de mis sonrisas. Algo se torció (aparte de mi tobillo) y no fue así. Se me borró mi sonrisa, la perdí, ¿alguien la encontró hoy tirada por el suelo de la calle?
Y bueno... qué decir si el intento fracaso por recuperarla, por parte de uno de los de siempre, no llegó a buen fin (no subió, no, tío). Y qué decir si para un día que me dio por cambiar, que no estuve afortunado, cambié parte de mi vida, me di cuenta de tantas cosas, de que no era todo tan bonito, que sigue siendo lo mismo. Si yo sonrío la gente lo hace conmigo, si no lo hago, la gente se va a dormir, estudiar, pasarlo bien... (o a dónde coño quieras que se vayan). Después de tanto error por mi parte, me doy cuenta de que hay algo que sí que acerté: Hoy iba a ser un día muy largo.