jueves, 27 de septiembre de 2007

ey, Hola

Tras un rato esperando en el lugar donde debía estar, tras unos momentos con la música puesta, sentado, oyendo conversaciones de los que me rodeaban, llegó una chica. Una chica que hacía varios días que no veía. A medida que se acercaba veía como me sonreía para saludarme. Yo le contesté con una mirada acompañada por una mueca en mis labios. Se fue acercando, poco a poco preo con un paso decidido. Pasó frente a mí, dijo hola, tanto con la mano como con palabras. Y allí, en ese preciso momento se callaron las conversaciones, la música se paró, incluso su paso paró. O eso, al menos me pareció. No podría explicaros que me pasó por mi cabeza, no comprendo por qué se paró todo, quizá fueran sus ojos clavados en los míos, o quizá era porque llevaba todo el día esperando ese momento. Tan solo fue un saludo, pero hay saludos que dicen más que largas conversaciones.

domingo, 23 de septiembre de 2007

I won't...

Come on... you know this life is short that's wake up one day and wrong day... all you dreams, everything you wish for anyone other gone just like that, you know, people get old and all things change and situations is change, but I want is just... I want this moment right now this day my feelings for you the way you look right now when I look at you I just want this last forever, you know...

Well, we've already know we really had each other and nothing can change that but I just want you know no matter what way you always have somebody here for you, I always. I'm never gonna leave you, I'm never gonna leave you. I love you...

I know, I know...

Don't leave me...

I won't...

Don't leave me...

I won't!!

Wake me up when september ends



Summer has come and passed,
the innocent can never last,
wake me up when september ends.

Like my fathers come to pass
even years has gone so fast,
wake me up when september ends

Here comes the rain again
falling from the stars,
drenched in my pain again
becoming who we are.

As my memory rests
but never forgets what I lost,
wake me up when september ends.

Summer has come and passed,
the innocent can never last,
wake me up when september ends.

Ring out the bells again
like we did when spring began,
wake me up when september ends.

Here comes the rain again
falling from the stars,
drenched in my pain again
becoming who we are.

As my memory rests
but never forgets what I lost,
wake me up when september ends.

Summer has come and passed,
the innocent can never last,
wake me up when september ends.

Like my father's come to pass,
twenty years has gone so fast,
wake me up when september ends,
wake me up when september ends,
wake me up when september ends.

lunes, 17 de septiembre de 2007

Con todo aquello que siempre me gustó

Los primeros rayos del sol se colaban por mi ventana para despertarme. Miré directamente hacia el haz de luz, minúsculas partículas en el aire concentradas en esa línea recta que seguía la luz. Me levanté de la cama con un salto, con optimismo. Vi mi maleta en la cama de mi lado, vi las bolsas preparadas para llevarme, muchas cosas para hacer todavía. Creí que hoy empezaría todo, y no. Hoy no. Hace dos días que lloré, no sé por qué, para qué mentir. O quizá sí lo sepa. Lo que sí sé seguro, es que allí empezó todo. Y luego el día siguiente. No fue un día cualquiera, no fue uno más en mi vida. Después de varias semanas, era el día en el que mejor me sentí, en el que volví a sonreír. Ya comprendí mis nervios de esa misma mañana, algo sentí. Menos mal que no soy poeta, menos mal que sigo aquí. Sigo, porque no puedo hacer otra cosa. No puedo evitarlo, de hecho me gusta. Y lo que quiero es volver a mi cama, poder descansar con un sonrisa, con el olor en mis sábanas, el sabor en mis labios y este corazón que no debió palpitar tan fuerte. Me delaté. Me delataron todas mis caricias, mis miradas, mis sonrisas, mis besos y yo. No supe decir no. Lo confieso, no quise decir no. Cada vez lo tengo más claro, los sueños están para cumplirlos. Sino, ¿qué hacemos aquí? Yo lo tengo claro, intentar cumplir los míos a partir de momentos inolvidables.

Fin de exámenes

Fin de exámenes. Ya acabaron mis temidos exámenes de Septiembre, los que hacen que no despierte cualquier día de verano pensando en no hacer nada, sin esa voz que grita cada vez que olvido el no estudiar. Porque sí, tuve exámenes de recuperación. Ya, ya sé que no hice bien mis deberes durante el curso. Bueno, estudio Ingeniería (Telecomunicaciones, para ser más exactos) y pocos se sacan la carrera a curso por año. Muy pocos. Y también mis mejores amigos están estudiando y haciendo exámenes en esta época. Pero yo no me preocupo, ya se conoce el refrán: “Mal de muchos...”, y yo lo soy, así que queda aplicado a esto.
Lo dicho, se acabaron, ahora aprovecharé esta semana y media escasa que tengo para descansar y empezar a planear el curso siguiente, con sus estudios y sus fiestas. Porque nadie me va a negar que hay que divertirse, remordimientos aparte.

Calla Pepito Grillo, que hoy decido yo.

viernes, 14 de septiembre de 2007

Nada, nada, nada

Miro el calendario como tantas veces hice, pero hoy es distinto.

Me pongo a escribir y no quedan letras.
Me pongo a gritar y no queda voz.
Me pongo a llorar y no quedan lágrimas.
¿Qué queda? Nada, no queda nada.
Todo lo que había para hoy se quedó en la playa, a pocos metros del mar, enterrado en la arena, borrado por la marea.

lunes, 10 de septiembre de 2007

Sanggreal

Es momento de acordarse un poco de unos amigos de hace ya algún tiempo, y vecinos de toda la vida de éste, mi pueblo (Facinas). Hablo de Sanggreal. ¿Sangre Real? No, puedo asegurar que ninguno es ni quiere ser un rey, o quizá sí, pero sólo de la música. Ese metal que hacen les hace sentirse bien. Hace poco hablaba con ellos y vi como sonreían al contarme los planes de futuro y esos conciertos que habían hecho. Los nervios hay que controlarlos chicos. Este grupo nacido en una panadería, que algún día les dio por coger un par de guitarras, un bajo, un teclado y una batería está hecho para subir. Subir y triunfar es lo que les deseo en este blog que no podía olvidarse de ellos. Influenciados por Mägo de Oz, Saurom y Moonsorrow, entre otros y apoyados por el pueblo entero, tendrán todo lo necesario para comerse el escenario cada vez que ellos decidan subirse y hacer lo que les apasiona: hacer música.
Les deseo suerte, un abrazo para cada uno de ellos (Fran, Martín, Óscar, Andrea y Alex), y para quien quiera más información dejé un enlace de Sanggreal.

Hoy, al menos, no


Vuelvo a casa pesándome los pies, con la espalda dolorida, el día no fue lo que esperaba, podría haber sido perfecto, pero no. Me senté en la primera silla que encontré y estiré las piernas. Encendí el ordenador, no tenía ganas de cenar, así que pasé un par de largas horas buscando conversación por la red, buscando que alguien me dijera que se acordaba de mí, que quedáramos. Me aburrí al no encontrar lo que buscaba. Cogí el teléfono para tener la conversación que el destino me había negado. “Buff” no podía ser, hoy al menos no pude. De nuevo esa tristeza que rompe en mi cabeza. Soy débil, no puedo luchar contra lo que quiero. No sé qué hacer. Quizá yo no tenga nada que hacer, quizá seas tú. Me conformo con encontrarme un rato con la felicidad. ¿Acaso pido mucho? No creo, aunque claro, algo al final siempre falla.

viernes, 7 de septiembre de 2007

Cada dos minutos


Cada dos minutos cambio de opinión
si me roza el corazón
con el filo de sus labios.
Cada dos minutos desesperación
se acomoda en mi colchón
y casi no deja espacio.

Cada dos minutos cambio de estación,
primavera en un rincón,
se atrinchera el verano.
Cada dos minutos muere de calor
y cegado por el sol
busca un otoño mojado, mojado.

Cada dos minutos trato de olvidar
todos los momentos que pasamos.
Cada dos minutos una eternidad,
cada dos minutos sin tocar tus manos.

Cada dos minutos trato de olvidar
todos los momentos que pasamos.
Cada dos minutos una eternidad,
cada dos minutos sin tocar tus manos.

Cada dos minutos pierdo la razón,
me abandona la ilusión,
me tropiezo y me caigo.
Cada dos minutos recuperación,
me despierta en el salón
y me levanto despacio,despacio.

Cada dos minutos trato de olvidar
todos los momentos que pasamos.
Cada dos minutos una eternidad,
cada dos minutos sin tocar tus manos.

Escritor de momentos en aceras rotas

Una señal de prohibido el paso, eso es lo único que puedo ver desde el lugar donde me encuentro. He comido sin hambre, he mareado las patatas y jugado con el pan. Mi bebida se acabó pronto, mi boca seca. Mis libros están guardados, las esperanzas rotas. Sentado en la acera sonrío a una chica y le ofrezco sentarse a mi lado. “No, gracias, mi chico viene ya”. Un autobús pasa por delante de mí, ¿lo cojo? Sí, pero ¿hacia dónde voy? No sé, no hay lugar donde ir. Coloco mi mochila a la espalda y me acomodo de tal forma que mi cabeza queda reposada sobre un banco. Inclinado mirando a las nubes, cada una distinta pero todas con cierto parecido a algún recuerdo. Cierro los ojos e intento descansar. Llevo varios días sin dormir, con este maldito dolor de cabeza que no me deja vivir. Porque sí, ya no vivo, ni siento, ni padezco. Ahora no sonrío, ni lloro; no juego, ni canto. Ahora no descanso, estoy cansado y harto, me han vencido. El silencio se apoderó de mí, ahora callado, tan sólo escribo. Y es que no soy más que un escritor de momentos en aceras rotas.