jueves, 15 de enero de 2009

¿te sucedió alguna vez?

Hoy tengo una pregunta que hacerte, ¿te has sentido alguna vez con la necesidad de decirle a alguien qué significa para ti? Es una sensación extraña, te levantas muy temprano y algo tiene un sentido diferente. Caminas por la calle con un paso decidido y una mueca de felicidad en tu cara. Al montarte en el autobús buscas la canción que hace que la tengas en mente. No puedes sacar de tu cabeza a esa persona, y sonríes. Esperas el momento apropiado para decírselo.

Yo sentí eso esta mañana, cuando me levanté. Fue muy raro, dudo que vuelva a ocurrir pero me pasó. Intento describirlo pero no sé, no puedo. Ya sé que no soy normal pero… ¿de verdad no te ha pasado nunca?

martes, 6 de enero de 2009

Forgiven


Cada mañana me levanto con esta canción de Within Temptation. Siempre que le he puesto protagonismo gráfico a la canción he visto un ángel como el de la foto. Hoy, para variar, me acostaré con esta canción. Será la última que escucharé e intentaré cerrar los ojos con fuerza, intentaré meterme en lo más profundo de mis sueños. No es fácil, tengo los ojos tan abiertos que no sé si podré dormir, por ahora, son cerca de las tres de la mañana y no sé qué hacer. Va siendo hora de pensar en un nuevo día. Pero antes... dejadme que disfrute de la soledad de esta canción.


Couldn’t save you from the start
Love you so it hurts my soul
Can you forgive me for trying again?
Your silence makes me hold my breath
All the time has passed you by

Oh, for so long I’ve tried to shield you from the world
Oh, you couldn’t face the freedom on your own
Here I am left in silence

You gave up the fight, you left me behind
All that's done is forgiven
You’ll always be mine, I know deep inside
All that stands forgiven

I watched the clouds drifting away
Still the sun can’t warm my face
I know it was destined to go wrong
You were looking for the greatest escape
To chase your demons away

Oh, for so long I’ve tried to shield you from the world
Oh, you couldn’t face the freedom on your own
Here I am left in silence

You gave up the fight, you left me behind
All that's done is forgiven
You’ll always be mine, I know deep inside
All that stands forgiven

I’ve been so lost since you’ve gone
Why not me before you? Why did fate deceive me?
Everything turned out so wrong
Why did you leave me in silence?

You gave up the fight, you left me behind
All that's done is forgiven
You’ll always be mine, I know deep inside
All that stands is forgiven

lunes, 5 de enero de 2009

Una tarde cubierta

Tengo poco menos de media hora para escribir este texto que dé la bienvenida al año por mi parte. Hoy es día 5 de Enero, víspera de Reyes, y son ya las 6 de la tarde. Hoy el día ha sido un poco raro, muy soleado por la mañana (irrompible) y con, cada vez más, nubes a medida que pasa la tarde. A estas horas el cielo está totalmente cubierto por un espeso manto grisáceo. Yo, como el día, ahora estoy más cubierto, con más nubes, sin luz alguna. Además de eso, hay que sumar que estoy un poco nervioso. Y no, no es por la venida de los Reyes Magos mañana. No tengo claro por qué es pero quizá una historia de hace algún tiempo nos dé alguna respuesta.

Corría el año 1999, un chico de apenas 15 años buscaba sus ropas más nuevas, se peinaba con paciencia, limpió sus zapatos (como bien le había enseñado su madre que había que hacer los días de fiesta). Ese día, era un día muy especial para el resto de personas. Para él, no era muy especial, era el Gran Día. Para entonces, Aitor salía de vez en cuando con una chica del pueblo contiguo. Hoy sería el día en el que por fin lo podrían ver junto a ella. Hasta entonces todo eran mentiras y escondites para poder hacer lo que más le gustaba, besar a Amaia. Ella le había prometido que hoy sería el momento que había estado esperando tanto tiempo, hoy podría cogerla de la mano por mitad de la calle e incluso besarla dos o tres veces en público si no había mucha gente merodeando el sitio. Aitor cogió su chaqueta, metió los chicles para el aliento y salió a paso aligerado hacia el autobús. Un billete sencillo, como siempre. Buscó el primer asiento que estaba libre y se sentó sin dudarlo, allí, en cualquier lugar, quería llegar pronto, cuanto antes mejor. A mitad de camino, un árbol caído hizo que el autobús volcara, destrozando toda la parte superior del autobús. Aitor, así como las 12 personas restantes del autobús murieron. El chico no fue de los afortunados y tardó en morir. En esos instantes de agonía se miró los zapatos llenos de sangre, su pelo parecía el de cada mañana recién levantado y su ropa tenía rajas del accidente. Cuando acudieron al lugar, 5 sms tenía en el buzón de entrada. Todos de Amaia diciendo que si no quería ir que se olvidara, que no lo quería, que había estado esperando y que estaba llorando por culpa de un niñato toda la tarde. Él en su mano, tenía los restos de un periódico en el que había escrito una corta frase: "Me hubiera bastado cualquier rincón escondido para pasar el resto de mis días contigo".

¡Ah, ya me acuerdo! La historia hizo que recordara algunas cosas. A veces no pensamos en la otra persona, a veces nos basta con interpretar cosas que no son. No nos conformamos con vivir la realidad tal y como es, siempre necesitamos más y más. Necesitamos tanto como tenemos pensado y no acabamos disfrutando el momento. A veces, nada nos basta...