jueves, 2 de octubre de 2008

...y el escribir se me quedó vacío

No más de cuarenta y cinco minutos son los que restan para irme. Tengo sueño, estoy agotado. Estuve oyendo frases y frases sin sentido, mientras en mi cabeza tan sólo giraba una cosa. La verdad, no me gustaría seguir así, ni aquí ni allí. Realmente no me importa el lugar, tan sólo me importa mi estado. Es imposible que esté así varios días más, con el tremendo dolor en la sien, con las ganas de estar sentado sin escuchar a nadie, viendo como pasa cada minuto y ver lo que un pograma me dice que hago en cada momento. Mi vida está dejando de ser mía. De hecho, no sé si alguna vez lo fue. Ahora está controlada por alguien, un ser que no sé qué hará en cada momento. Quizá parezca que estoy asustado pero no es más que las ansias por salir corriendo. Hoy es jueves, pocas horas para que llegue el fin de semana, no lo entiendo bien. ¿Qué tiene de especial? Sé que ahora es el momento, pero no sé cómo. No puedo ver cómo me tienen cogido sin poder reaccionar.
A decir verdad, no sé de qué estoy hablando, quizá no hable de nada, quizá lo cuente todo. Pero ustedes, amigos, seguro que me entenderéis. Lo que estáis leyendo es una cosa extraña, aunque bueno, os agradezco vuestras muestras de cariño y comprensión (si la tenéis). Yo tan sólo intento matar una hora muerta, una hora en la que vagaba alrededor de personas en busca de alguien que me transmitiera algo, pero no lo encontré. Ni siquiera personas que últimamente creí que lo hacían con demasiada (repito, DEMASIADA) facilidad. Mejor así, dejo de ser tan vulnerable, dejo de tener esa extraña sensación que me sacude todos los días. Esa sensación de no estar viviendo hoy en día. No sé qué fecha es hoy, quizá no sea octubre (no lo parece, para nada), quizá no sea más que un sucio día de verano en los que tienes algo que hacer aún sin apetecerte.
Me acabo de dar cuenta que ya queda menos, ya tengo que ir dándole a "publicar entrada" y cambiando el tipo de letra. Pero hoy haré una excepción, lo dejaré en negro, como las cosas más simples lo dejaré en el tipo de fuente que está predefinido y no pondré foto, video, ni ningún tipo de enlace. No hay más, no se merece nada esta basura que acabo de escribir.

Siendo sinceros, no se merece ni estar en el blog, pero una vez más son mis cosas y no puedo hacer como si no existiesen. Quizá me entendáis si os digo qué me pasa, quizá.
Y es que hace ya muchos días que me encuentro vacío, que no me llena nada. Aún tengo la esperanza de que la siguiente entrada me llenará más, o eso, o un par de cosas que aún me quedan por comprobar. Ya os cuento.