lunes, 10 de septiembre de 2007

Hoy, al menos, no


Vuelvo a casa pesándome los pies, con la espalda dolorida, el día no fue lo que esperaba, podría haber sido perfecto, pero no. Me senté en la primera silla que encontré y estiré las piernas. Encendí el ordenador, no tenía ganas de cenar, así que pasé un par de largas horas buscando conversación por la red, buscando que alguien me dijera que se acordaba de mí, que quedáramos. Me aburrí al no encontrar lo que buscaba. Cogí el teléfono para tener la conversación que el destino me había negado. “Buff” no podía ser, hoy al menos no pude. De nuevo esa tristeza que rompe en mi cabeza. Soy débil, no puedo luchar contra lo que quiero. No sé qué hacer. Quizá yo no tenga nada que hacer, quizá seas tú. Me conformo con encontrarme un rato con la felicidad. ¿Acaso pido mucho? No creo, aunque claro, algo al final siempre falla.

No hay comentarios: