miércoles, 28 de abril de 2010

Y miro para abajo

Veo todo tan negro que al mirar "hacia abajo" (con el brazo flexionado) no queda otra que sonreír:

2 comentarios:

Casco-linterna (amarillo) dijo...

Alguien me enseñó un día lo fácil que es alegrar dos horas del peor día de la semana. Algo sencillo, gratuito y que sale de dentro. Flexionando el brazo, juntando los dedos (con bracitos pintados) o aprovechando un arañazo para la boca de un icono feliz...te claro que no te quedará otra que sonreír ;) Siempre

Anónimo dijo...

Mientras tanto ser felices es una obligación que incumplo de cuando en cuando.
Y aunque esta ciudad parece
a punto de claudicar, de derrumbarse,
volveremos a asaltar los cielos
y arderán las calles como antes de nuevo.
Brillará en tu piel una primavera
roja de luz color caramelo.





Sigo aquí.